domingo, 10 de noviembre de 2024

A veces voy desesperadamente al abismo cuando pasan las horas y no llegas me da miedo huir sin ti perder una vez más otro amor este amor aún pálido, cadavérico. Necesito alimentar o bendecir como diría mi madre este sentimiento antes que la poesía se vuelva un aterrador combustible.

 






Empieza a llover
y doy un trago larguísimo
a mi cerveza
el mundo, desde mi terraza
es una pintoresca languidez
no creo en la esperanza
no creo en la vida
no creo en el amor
y, a su vez
creo en todo eso
y esa contradicción
es irrebatible
como este cielo ahora grisáceo
envuelto en nubes
que hace un segundo no estaban allí
eso
      es todo lo que me espera
cuando
            florezca Marga
                                     tan bella
como un concierto de Vivaldi
en este cielo lluvioso.
 
Ojalá
esas gotas de lluvia
sean el advenimiento
de tu cuerpo
como un lenguaje perdido
en cada esplendor del silencio
y, en el fondo
sé que voy a malquerer tu voz
lo confiero
sin embargo
es mejor que sea así
hablar sin parar
también tiene su lado dulcísimo
además
sería una locura
dejar de repetir
todo aquello que vivimos
cuando éramos unos críos.
 
Sé que toda nueva pasión
posee una expresión novísima
y es ahí
en esa esplendida locura
cuando
veo florecer
la memoria de una vida
quebrándose
                    de lo malo
resquebrajándose de lo ignominioso
para dar paso a aquello
justo, sincero, dócil, apacible
y después
después de esa llovizna de exacerbaciones
hundir tus labios
en cada verso del atardecer.
 
A veces voy desesperadamente al abismo
cuando pasan las horas
y no llegas
me da miedo huir sin ti
perder una vez más otro amor
este amor aún pálido, cadavérico.
Necesito alimentar
o bendecir como diría mi madre
este sentimiento
antes que la poesía se vuelva
un aterrador combustible.
 
Es verdad
entre verso y verso
el ser humano es un follaje
tercamente escondido
y cada rama
es una palabra que ha perdido
esa belleza
como jilgueros saltarines
en un charco tras la lluvia.
 
Ese es el destino
hoy en día
                  de las palabras
debería el ser humano
tener derecho a usar una palabra
solo una vez
es decir
si la dices no la puedes repetir nunca
así andaríamos con cuidado
o, gastaríamos esa palabra
y no volveríamos a ofender a nadie más.
 
Abro otra lata de cerveza
y el cielo es ahora
un manto gris a punto de arrojar
otro nuevo aguacero
ese es el ciclo de esta vida
por eso no hay que perder la fe
el amor por encima de todo
es la mejor palabra
aunque
            a veces
daña profundamente
                                 como una espada.
 
Debería, al menos fugazmente
abrir mi corazón
y dejar
que la lluvia (literalmente)
limpie el dolor del pasado
necesita una buena borrasca
y después, seguramente
mi corazón olerá a yerba
a tierra mojada
ese olor tan fresco
tan naturalmente poético
qué
sin duda
mis pulmones se llenarán
de agradecimiento.
 
Respirar en el campo
bajo una ligera llovizna
es hallarse en el centro del universo
es
florecer
             entre
ráfagas de dulzura
y bellísimos confines
es
vivir en una nueva locura
sin señuelos
ni contingencias.
 
La vida en este mundo
tiene asiduamente
unas ganas locas
de hundir lo dulce
y no dulce
como una miseria
incomprensible,
vetusta a pesar de los siglos
y siempre ha sido así
¿Es que acaso
no hay nadie a quien querer
en este mundo?
 

a mi dulce Marga
sin duda, ella será la única,
lo único que me salve
en esta época
que nos ha tocado vivir
tan irreal
y tan realista a la vez
ya lo dijo Aristóteles:
“La única verdad es la realidad”
por eso recuerdo también
lo que dijo John Lennon:
“Un sueño que sueñas
solo, es un sueño.
Un sueño que sueñas con alguien
es una realidad”
 
Vuelvo a observar la calle
desde mi mundo (terraza)
y Marga no da señales de vida
no la quiero llamar
si lo hago
ella se llena de sobresaltos
de temores
incluso de angustia
como dije antes
Marga está bien loca
posee una locura distinta a la mía
es decir
su locura sí asusta
esta basada en la realidad
y eso son palabras mayores
por eso no la quiero inquietar
llegará cuando tenga que llegar.
 
Imagino nuestra vida
después de sellar nuestro amor
en un atardecer
                        dulcísimo.
Seremos
cuerpo y alma
dispuestos a comprender
el verdadero paraíso
flores como una partitura de ballet:
seguimos cada movimiento
sin perder pasión, frenesí
y, en algunos momentos, arrebato
pero
tampoco podemos descuidar
disciplina, sumisión, docilidad
amar también es
un razonamiento salvaje.
 
Dicen que el amor más puro
viene de una persona
que tiene la conciencia tranquila
y, en el fondo
muy en el fondo
puedo reunir ese principal menester
mi corazón ya no posee
esa especie de candidiasis,
como dije antes
la lluvia
a corazón abierto
ha limpiado todo el moho
debo de ser una de las personas
en el mundo
que tiene más limpio el pericardio.
 
Cada día que pasa
tengo más claro
que mi mundo es Eloísa (Margarita)
entonces
debo apartar
la insidia del pasado
elevar la prudencia
y acariciar nuestra vida
como algo indivisible
el poeta no solo es capaz
de congelar el tiempo
también puede construir un futuro
lleno de flores inarrugables.
 
Es así
el futuro está en nosotros
en nuestros sueños
y esta época es nuestro porvenir
tú y yo
enloquecidamente
                             juntos
y, en ese trayecto
la vejez será nuestro mayor tesoro
nuestra lluvia
nuestro gran triunfo
nuestra tierra prometida.
 
El futuro es tuyo
y mío
todo lo demás
es un crepúsculo diario
desde nuestra alcoba
agotados después de copular
sin un orden establecido
yo arriba
tú abajo
pero, sobre todo
terminar
con un beso en el pubis de tus labios.
 
Amar es rehuir a la muerte
es, destruir el pasado
es, alcanzar la eternidad
además
¿hay algo que perennice más que el amor?
no lo hay
quizá un sitio
aquel lugar donde van los héroes.
 
Sin embargo
mi vida se caracteriza por lo “anti”
debo cambiar eso
ahora que Marga
tendrá mi corazón en sus manos,
por cierto
debo vigilar eso
es decir
debe actuar como Lady Macbeth
en la tragedia de William Shakespeare
ella se lavaba las manos
de una manera compulsiva
todos sabemos por qué
aunque este no sea el caso.
 
Tener las manos limpias
es una pequeña gran manía
y viene mucho antes del COVID
bueno, pero no nos desviemos
eso de “anti”
siempre me ha parecido
digamos poético
algo con cierta rebeldía,
anarquía, individualismo
por ejemplo
Don Quijote fue
el primer gran antihéroe
de la historia.
 
Desde muy pequeño
yo me bauticé
como un antihéroe
por una simple y llana razón
siempre las niñas, chicas,
mujeres, se iban con mis compañeros
desde mis primeras fiestas infantiles
pasando por las verbenas en el pueblo
hasta las reuniones en la universidad
no me tomaban en serio
(lo recuerdo claramente)
me había pasado toda mi vida leyendo
desde Sócrates
sin parar
hasta
novelas, biografías autobiografías
y un sin fin de etcétera
yo hablaba con ellas de cosas interesantes
fundamentales
en cierto modo importantes
una vez le dije a una:
Hay una fuerza motriz más poderosa
que la energía atómica: La voluntad.
Esta frase de Albert Einstein
para mí era una declaración de amor
ella me dijo:
Ya no estamos en clase y se marchó.
 
Otro día en la universidad
me pasó algo nada desdeñable
desde un prisma filosófico
al menos así me lo tomé
aunque
el primer mes me dolió sobremanera
recibir semejante agravio
sentí no solo decepción
también una especie de herida
como cuando algo punzante
se hunde en la piel.
Yo iba a la cafetería y biblioteca
de la universidad con libros de poesía
dos o tres libros y los esparcía
por la mesa, releía a mis poetas
predilectos
(yo estudiaba ingeniería de sistemas)
la chica que me gustaba
aquel día se sentó en mi mesa
empecé a temblar
sus ojos, sus cabellos, su sonrisa
todo de ella era para mí
una obra poética…
(debo confesar antes de seguir
que yo ya era famoso en la universidad
estábamos en el segundo ciclo
y, en el primero
yo había superado todos los registros
en los exámenes de geometría analítica,
geometría del espacio, algoritmos,
lógica matemática, todos dieces)
Tu eres Javier Muñoz verdad,
me preguntó muy sonriente.
Yo, seguía temblando
y, lo último que quería era balbucear
tampoco quería soltar una frase pretensiosa:
soy el mismo que viste y calza
Sí, soy yo, ¿en qué te puedo ayudar?
Demasiado formal para mi gusto
pero mejor eso que titubear.
Tengo muchas y sé que las matemáticas
son como la filosofía
(espera, espera, ¿de verdad ha dicho eso?
creo que ha dejado de gustarme,
ahora estoy perdidamente enamorado)
las matemáticas es el principio
y la filosofía el fin
dios mío
somos dos almas gemelas
pensamos igual.
Cabe resaltar
que en la facultad
de ingeniería se estudia filosofía
y yo también fui el número uno
en el examen final
bien, dicha esta pequeña jactancia
ella quería que le ayudara
en varios cursos
solo aprobó dos de ocho.
Sí claro, aparto mis libros de poesía
espera, me dijo, lees poesía
lo señaló ostensiblemente sorprendida
leo y escribo poesía, le dije como si fuese
una hazaña o proeza
ella cambió el tono de voz y me dijo:
Eres de los que se tumba en la cama
con un diario y escribe sus cosas
¿qué? dije en silencio
ese concepto de donde lo sacaría
después pensé:
la poesía son versos
que uno cuelga
después de lavar como trapos sucios
toda nuestra moralidad.
 
A la postre de aquel breve encuentro
nunca cruzamos más de dos palabras
eso sí, estuvo un buen tiempo
cuando coincidíamos
en algún lugar de la universidad
ojeando
me miraba
notaba la distancia de sus ojos
como un halo lleno de malas
vibraciones
seguramente en su interior
pensaría:
vaya un tipo más raro.
 
Nunca llegue a salir
con ninguna chica de la universidad
eso sí
cada día me gustaba una distinta
soñaba con ellas
incluso a veces
desesperadamente
quería hacer el amor
sin embargo
esa calentura
se me pasaba muy rápido
enseguida
ya estaba pensando en fórmulas algebraicas.
 
Aquella época queda tan lejos
y, esos recuerdos
no son disquisiciones
todo lo contrario
me ayudan a vivir
a escribir
a creer en tus labios
junto a los míos
a observar desde esta terraza
el paraíso
si decides también amarme
a pesar de este mundo.
 
 
El hecho en sí
es así
la vida es un malentendido
y esta soledad ineludible
pronto se llenará
de flores, de luces encendidas
de posturas salvajes
en nuestros ojos
y cada orgasmo del otro
es el orgasmo de uno
como una electricidad estática
gruñendo lentamente.
 
Así
voy a penetrar tu cuerpo
Eloísa
como un hombre que ha vivido
más de la cuenta
quizá como un alquimista
y te leeré mis poemas
si la tristeza aparece
predispuesta a picotear
nuestro universo.
 
Tengo ahora en mi mente irreal
toda nuestra realidad
y este amor saliéndome del corazón
(literal)
es el inicio de esta nueva vida a tu lado,
decía Picasso que el arte no es realidad
es una mentira que nos hace darnos
cuenta de la realidad
al menos de una realidad que somos
capaces de comprender
entonces
yo quiero colgar tus braguitas
en el cordel
como flores olorosas
y, esperar a que te las vuelvas a poner
para saborear en ti
esa realidad.
 
Sé qué
en esta espera
el amor brota sin perder
esa dulzura que produce
un ligero rasguño
cuando azoto tus nalgas
en la oscuridad,
luego te acaricio
como un libro
que he ajado con el paso del tiempo
de tanto releer
esa es la belleza
que busca derrumbarse
cuando no estás.
 
Sin embargo
parece que llevo años
sin la pesadumbre del dolor
mi conciencia
es un lugar perdido
donde
las flores enloquecen
como chorlitos
en la orilla de un lago,
y esa natural libertad
soy yo ahora
limpio de aquella retórica sombría,
abúlica, lánguida
ya no soy aquel que desgarró
la náusea en versos
turbios de amargura.
 
Marga aún no llega
y ya soy feliz
cada palabra
posee el bullicio
cálido de la lluvia
cuando
las persianas se bajan
y sigo oyendo
el sonido fino
del agua en los tejados
esa percusión
es un recital
                   de tranquilidad.
 
Además
yo mismo
                 soy
un bello leopardo
tumbado
en la sala de estar
al acecho
                del silencio.
 
Todo lo impredecible
permanece inalterable
en mi corazón
y este razonamiento
se rebalsa
cuando
una desesperada euforia
se apodera
de todo aquello
que nos queda por vivir.
 
Tu vida
y esta vida que te ofrezco
tienen la conciencia inflexible
y el camino
aparentemente sinuoso
no importa
nuestra locura
y
nuestra sensualidad
producen
belleza suficiente.
 
Hemos resistido
cada uno a su manera
pero
ahora estamos en el mismo bando
a lo lejos queda
nuestro tozudo fracaso
esa distancia tan lejana
es
el verdadero pasado
vives el presente
vivo en tu presente
y esa
es nuestra edad
nuestro aguacero
en un día soleado.
 
Y este amor
produce solo poesía
                               en mis ojos
soy un espiritista
un profeta
por eso sé de sobra
lo que tú y yo seremos
una inmensísima realidad
dentro de nuestra irrealidad
ahí yace
la búsqueda que tanto deseaba:
vivir para morir por ti
mi Marga
mi Eloísa
sois mi lecho nupcial
las flores que han enrojecido
de pasión.
 
El tiempo no tiene tregua
las horas pasan
la tarde oscurece
mi paciencia es inmarchitable
sigues sin dar señales
esta locura de estar juntos
me tiene entumecido
y si en verdad no viene
seré acaso capaz de soportar
otro corazón roto
y qué, mis últimos versos
sean estos mismos versos
a punto de escuchar
el sonido de un clavicordio
debajo de mi funeral.



JML