domingo, 30 de junio de 2024

Bueno al menos, mientras llega Marga puedo escribir un buen poema un poema revolviéndose turbiamente en una soledad distinta impaciente, vehemente y es esa nueva vida la mejor metáfora un corazón envuelto en palabras que han perdido toda conmiseración y, a su vez permanecen como rapiñas en la memoria.

 














Después de unos meses de locura, dando clases de pádel en la escuela de una amiga, se quedó sin monitor y no encontraba a nadie, una experiencia linda, aunque debo confesar que me desespera un poco que las alumn@s aprendan muy lentamente, vuelvo a subir un nuevo avance del último libro de TESTAMENTO.




No recuerdo bien si le dije a Marga
que la esperaba en casa
o, la recogía en el la estación…
                   ¡vaya!
pues
esto sin duda es un buen comienzo
¿qué hago?
llamo, voy, espero
¿abro una lata con el corazón?
¿observo las flores
que no he podido comprar?
 
Tanta responsabilidad no es buena
y revisar todos los mensajes
posee un tiempo que no desaparece
al contrario
florece como una verdad en un florero
cuando los versos del poema
consiguen raíces moldeándose
a la luz de la misma poesía.
 
El amor
              en mi caso
es una verdad permanente
cuya realidad es nueva
si el verano acaricia
en cada amanecer la belleza
                                           de un cielo
sacudiendo como un látigo
pétalos
            en mi espalda.
 
¡Claro!
ahí está la clave
desnudar a Marga
en la cama
y besar mente y cuerpo
sin dejar de lado
sus labios tan ardientemente tristes
como este alocado y macabro
pensamiento
de querer limpiar todo lo que hay en ella
quizá como el sacerdote
cuando purifica el cáliz
o, cuando el exorcista
libera de una posesión demoníaca
un cuerpo.
 
Marga tiene la belleza de las pupilas
en unos ojos entristecidos
por las flores de una vida
injusta, tiránica
incluso tendenciosa,
se separó de su primer y único
marido (qué palabra tan fea)
casi al nacer su primera hija
y eso la tiene en otro mundo
después cayó en sub mundos
cuando perdió la custodia de su hija
es decir
ella lleva más años que yo
con una gran pérdida
además, visto de ese modo
mi dolor comparado con el suyo
tiene una diferencia abismal,
su dolor sí es un verdadero dolor
el mío se queda en esbelto,
agraciado, harmonioso
es así
y no nos engañemos
¿cuántas rupturas de pareja
hay en un año?
¿miles en cada segundo?
y
¿cuántas veces una madre
pierde la custodia de una hija?
es más
no me puedo quejar,
gracias a lo que me ha pasado
he podido escribir
tantos versos
como dalias, azucenas y buganvillas
he imaginado
en aquel horizonte
                             detrás del mar.
 
Ojalá pueda ayudar
a destruir ese ímpetu negativo,
ese esfuerzo inmarchitable
en torturarse
por no ser una buena madre
de eso yo sé algo
y mi deber tiene una portentosa misión:
crear una vida nueva para ella
para Marga, sí, una nueva vida
tranquilamente dulce, tierna
y, desesperadamente amable
desde
cada recuerdo de nuestra niñez.
 
Mi palabra tiene ahora
una disciplina visionaria
y esa lucidez es la que me debe llevar
a esa vida en común
que debemos proyectar
como flores dentro de una alforja
y después
iniciar
un periplo hacia una colina
sin apenas pendiente
solo los dos
sin más peso
que esas flores
arrumadas en un pasado lejano.
 
 
Es así
no hay nada mejor
qué
el poder de la palabra
pero ojo
decía Sófocles:
Una palabra es suficiente
para hacer o deshacer
la fortuna de un hombre.
 
Entonces
debo andar
con pies de plomo 
y no precisamente debajo
del mar
quizá en la orilla de un río
y contemplar así
esa realidad cuidadosa
cuando Marga este de por medio,
ella tiene un pronto
inquietísimo
como un jet cuando alza el vuelo
esa velocidad en su mente
me asusta en parte
si bien
en pocos segundos
sus pensamientos alcanzan
una presteza media
es decir
aquella velocidad de crucero
mantiene una dulce estabilidad
y las aguas vuelven
a esa mansa belleza
como una caricia de alguien
que siempre te echa de menos.
 
Bien
el camino parece algo estable
ahora debo verbalizar
un lenguaje directo
sin rodeos
ni ramas quebradizas
es más
necesito alejarme de la poesía
del poema
de mis poemas
y de tantos versos
maniatados como un racimo
de olivo
en semana santa
y desvelar nítidamente
y abiertamente
también impacientemente
que puedo ser un hombre
de palabra.
 
No un panfleto
estéril en medio
de un pasado tercamente
inacabable
o sea
tengo que volver a empezar
de cero
y liberar una vez más
el poco espacio que queda
en mis recuerdos
y dejar que Marga llene
de estelas mi nuevo corazón
pero
primero debo ser pragmático    
al diablo con mis deseos
y ensueños
conozco a Marga desde los 6 años
sin embargo
siempre hemos interactuado juntos
todos los momentos
desde pequeños
en el cole
en el parque
en casa
siempre solos
y, desde que nos hemos
vuelto a encontrar
seguimos la misma línea
nunca nos vimos
rodeados de otras personas
es curioso
y no sé si eso es bueno o malo
mis mejores recuerdos
de un ser humano que inicia
su primera etapa de vida
han sido con ella
ni siquiera mi madre,
fue ella
fue Margarita
hasta el día que le entró
la locura de irse a París
no habíamos cumplido aún
los 19 años
y sentí el primer gran dolor
de mi vida
estuve varios meses
turbiamente triste
fue un horror
y en esos meses sentía
que había envejecido
en el fondo fue así
mi vida cambió
solo hablaba con personas
mucho mayores que yo
desde los profesores en el colegio
hasta los dueños de las tiendas
en el barrio
me detenía y hablaba con ellos
horas
los acompañaba
y me contaban historias increíbles
y me gustaba hacerme amigo de ellos
cada vez más
sabía que ellos no me dejarían
tenían una vida estable
una familia, un trabajo
un lugar que no abandonarían
y eso me hacía cercano a ellos
no los perdería
como perdí a Marga,
como perdí también a mi madre
por lo demás
a mi padre le parecía curiosa
mi aptitud
y me llamaba cariñosamente viejo
solo hablas con viejos, me decía
pero lo decía
con un gesto amable en su rostro
pocos meses después
me enamoré perdidamente
de la ex de mi padre
pero esa historia ya la he contado
en los tres libros anteriores
fueron 20 años dulcísimos,
indomables y facciosos
como las turbinas de un Airbus
y espero que en este nuevo libro
no aparezca todo lo que ya sucedió.
 
Marga es, desde ahora
o quizá desde siempre
mi única meta
aquel último pináculo
cuando yazcamos
por fin en a la cima
agitados
y, con el corazón a punto
de saltar del pecho
como el bombo de un aficionado
en una final de un mundial
ese sonido es el ruido más hermoso
después de una vida irracional
y aquel suspiro desproporcionado
cuando Marga me diga el “sí quiero”
dejará de sonar el bombo
para dar paso
al Nocturne Op. 9 n.º 2
de Chopin
una pieza dulce
llena de flores blancas y negras
y de una fugacidad inabarcable.
 
Toda esta inquietud
me hace escribir versos
irrespetables
sin embargo
la música me ayuda
a perder el sentido
en un razonable sin sentido
además
sin música
la locura sería otra locura
perdurable en una misma dirección
sin ese visible ensueño
estoicamente caótico
que empuja a la conciencia
a perderse dentro del corazón.
 
Bueno
al menos, mientras llega Marga
puedo escribir un buen poema
un poema revolviéndose
turbiamente en una soledad distinta
impaciente, vehemente
y es
       esa nueva vida
la mejor metáfora
un corazón envuelto
en palabras que han perdido
toda conmiseración
y, a su vez
permanecen como rapiñas
en la memoria.
 
¡No!
ya apareció la palabra “memoria”
y no quiero gruñir
hoy no
es más, en ningún tiempo,
este día debe ser
un paisaje en un cuadro de
Antonio López
una hiperrealidad
dulcísima
                que floreciese
minuto a minuto
sin más estimulo
que el reflejo de este amor
convulso, frenético, iracundo
lleno de mecanismos bien lubricados
como el reflejo de un beso
en un manantial.
 
Claro
debo incrustar entonces
tus muslos
en una postura que me permita
observar y penetrar a la vez
este amor
hundido
en una felicidad misteriosa
llena de esa riqueza que da la salud
una salud que no se corrompe
ni se trasfunde a la palabra
solo al cuerpo
a la piel en una conciencia diáfana de luz.
 
Y, a todo esto
no sé si es temprano o tarde
si el amor es un sitio
visible y racional
o, al contrario
mi locura es tan plausible
que los grises
o no tan grises
siempre
poseen
una eternidad distinta.
 
Y Marga sigue sin llegar
quiero volver a probar sus labios
nunca nos habíamos besado
y fue
aquella primera vez
un tanto injusta
es decir
no sé
quizá los nervios
                           quiero pensar
además, besar a alguien
que has tenido a tu lado
desde que no tenías uso de razón
es como poco, raro.
 
Sin embargo
falo y vulva hicieron un trabajo
cumplidor
si bien, duró muy poco
nuestra propia inercia
fue una niebla hermosa
en el cielo de mi habitación
y fui mínimamente salvaje
no la quería asustar
todo se hizo de una manera discreta,
cauta, comedida
está claro que ella no sabe
de lo que soy capaz
nos hemos criado juntos
pero esas cosas
no se hablan
                     así como así
además
Margarita posee una locura real,
seria, verídica
en cambio, la mía es ilusoria,
imaginaria, fantasmagórica
quiero decir
hacer locuras en el plano de la realidad
debe estar prohibido
nos aleja de la felicidad
en cambio
hacer locuras alejado del sentido común
mientras sean propias
es decir, personales
tendrán la fuerza de una epopeya
en la concepción.
 
Espero y entiendo
toda intuición
cuando toda esa locura
empiece a concurrir
por el mismo carril
y esa vía será
como una escena
de David Lynch
en Corazón Salvaje
los dos en la misma carretera
paralizados en el tiempo
y al mismo tiempo
copulando
en el coche
a toda velocidad.
 
Tengo miedo si la barbarie
no posee una agotadora
y dulcísima seducción
una especie de pócima
diaria
y, en cada metáfora
estremecerse uno del otro
como cuando algo se derrumba
pero
lo más querido se mantiene en pie.
 
Y esa dulce tranquilidad
me lleva a una frase de
Charles Bukowski:
 
¿Amor? Vamos, la gente no quiere amor;
la gente quiere triunfar,
y una de las cosas en las que puede hacerlo
es en el amor.
 
Y así es mi vida
luchar contra mi propia vida
contra mis manos
queriendo labrar el fango
                                       de mi belleza
atrapado en ese amor tan eterno
y que no logro
prevaricar en él
y espero que no suceda nunca
todavía no hemos sellado
nuestra unión
como un orgasmo en nuestros labios
quizá eso no sea suficiente
y Marga me pida más y más
más pruebas
más motivos
una promesa
¡No!
si ella me pide una promesa
estoy acabado
me enseñaron que una promesa
es algo sagrado
incluso más sagrado que el amor
y Marga lo sabe
espero que no me lleve
por ese camino
sería mi perdición
yo quiero ser Abelardo
y Marga Eloísa
vivir en pecado
amar el pecado
                       antes que amar el amor.
 
Entonces
debo conseguir
que Marga tenga al menos
una pequeña porción
de la mentalidad de Eloísa
y, es curioso
y quizá una locura
pedir a Marga el pensamiento
de una mujer que nació
hace algo más de mil años.
 
Creo que he perdido los sesos
pero
también soy consciente
que si algún día
un ministro del Señor me dice:
“hasta que la muerte os separe”
tiene mi palabra
y moveré
incoherentemente
mar, tierra
y un bellísimo averno
lleno de otoños
como versos
en cada ritual de amor
después de hacer
                           el amor
para que así sea.
 
Tantas cosas quiero
en tantas cosas pienso
como aquella
poética locura
de querer que Marga sea Eloísa
de que Eloísa sea Marga
una mujer
que hoy, ¡que hoy!
(créanme)
estaría adelantada a su tiempo.
 
El amor es así
creer en las flores del mañana
y rebalsar de pétalos
el invierno
en una aterradora dulzura
de un tiempo
                     que llamea
en las llamas
                    de nuestro orgasmo.
 
Y así es la vida
y la pregunta no es dónde
está el paraíso
es encontrar el infierno
para salir de él
y después
salir de una tristeza
que nos apacigüe
como una verdad
que brilla en tus ojos
esa es la única realidad
el único lenguaje
lánguidamente eterno
que debe acoger
cuando el atardecer
sea un profundo descanso.
 
Marga
te entrego mi amor
como una dalia
llena de rasguños
dentro de mi corazón
y esos pétalos corroídos
se estremecen
cuando me acaricias
en tus labios
                    al despertar
y eso es lo que vendrá
si logro no fallarte.
 
Si logro
sincronizar
un orgasmo tras otro
sin perturbar
la belleza de tu alma,
sin ofuscar
esa lujuriosa monomanía
que tengo sexualmente,
te pido perdón de antemano
si mi falo
no deja de engullir
tu vulva
como las fauces
de un leopardo.
Sé que la mente
es una máquina
de retorcidas rimbombancias
que luego nos apretujan
la conciencia en un balanceo
como góndolas
en un día de niebla
y es ahí donde debemos
mantener la visibilidad
sin perder el equilibrio
solo dejar que la razón
nos guie
sin perder la calma.
 
¡Vaya!
esto de zarandear   
esa anarquía que tengo
hacia el amor
me empieza a extenuar
debería centralizar
con trazos rápidos
mi vida
en la poesía
y alejarme del follaje
donde he rodado
este último año
henchido de lubricidad.



JML


jueves, 2 de mayo de 2024

¿Qué vida nos espera sí nuestra conciencia es el mayor fracaso que hemos tenido?








 

Si has comprado este libro no lo dudes más, lo puedes leer sin temor. Decía Herman Hesse que hacer versos malos depara más felicidad que leer versos más bellos. Así es mi poesía, sin belleza, sin magnificencia, pero ofrece bonanza y bienestar. Además, si somos estrictos, este libro no es un poemario, se acerca más a un novelario, aunque esta palabra no exista.

Es verdad, en este libro la poesía brilla por su ausencia y la prosa no brilla, pero tiene cierta luminosidad, alimentada por una historia creíblemente viable, cumplir una promesa veinte años después posee un grado altísimo de locura.

 Tú, lector/a como dije antes, no desconfíes, la poesía en este libro tiene una complejidad liliputiense, se lee, por poco, como un relato y esa idea viene bien a los dos tipos de lectores/as.

 Cabe resaltar que este libro es una especie de poesía reunida, aquí están los tres tomos que ya fueron publicados en los años 21, 22 y 23 y me resultaba interesante juntar los 9,741 versos en un solo volumen.

 Me gustaría ser un narrador de éxito, no obstante, me gustaría aún más ser un poeta de éxito y, como poeta, la poesía posee mayor excelsitud que la prosa, es así, concluyentemente es así y es una pena la escasísima venta que tiene un poemario.

 En todo caso, me quedo con esta disparatada historia, llena de obsesivas metáforas, repleta de flores frescas y larguísimas disquisiciones, y es dulce pensar en el amor después del amor, en la vida después de una vida ligeramente sombría.

Ojalá tantos versos tengan un buen cobijo en una mesita de noche y, antes de dormir se despierten como pequeños gorrioncillos debajo del corazón.

Esa puede ser una buena meta, un destino en la conciencia, un sueño que empieza cuando se abren los ojos y el recuerdo es la llovizna del olvido.

Leer poesía, además, nos hace entender mejor la bondad en todo su universo, y la bondad es la naturaleza de todo aquello que estamos perdiendo, es así, el ser humano es así, triste y mediocre cuando no posee la grandeza de la bondad.  

Una vez escribí: Todo lo que sucede en un poema es verdad, aunque sea mentira. Bueno, debo dejar claro que la frase tenía una virtualidad poética maravillosa, no recuerdo las palabras exactas, es mi frágil memoria que hace vislumbrar oscuridad. Al menos creo que se entiende ¿no?

Antes de terminar, quiero confesar que queda el último tomo, el tomo IV, el final. Es delicadamente un reto cerrar el círculo, echaré de menos esta historia premiada de forma separada del conjunto en varios certámenes.

Será una eterna felicidad y un consuelo también poner fin a tantos versos inmarchitables en otoño y mustios en primavera.

Termino con una frase de Aristóteles, padre de la filosofía occidental: La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder.







 


viernes, 26 de abril de 2024

El amor, me dices en silencio es una luz pálida entreabriéndose curiosamente debajo de la mesa y en esa secreta metáfora tus muslos se abren modelan sin rubor tus braguitas de un color que no alcanzo a divisar.

 





Del libro 
TESTAMENTO, primeros poemas bajo tierra
TOMO II


 
Sucedió en un bar
muy cerca de la estación.
Era un día tiernísimo
lleno de nubes y agua nieve.
Entramos sonrientes
tú, parecías una mariposa posándose
en mis labios
yo, una hoguera a punto de quemar
tus besos como flores
que revolotean
                         en mis ojos.
 
El bar era pequeño, antiguo
muy antiguo   
las paredes percudidas
y un ligero olor a fritanga
nos alertó instintivamente
a aceite requemado.
 
Nos quedamos
a pesar de qué
a cada segundo
nos gustaba menos el local
aunque
sabíamos que nuestra estancia
no duraría mucho.
 
Había unas pequeñas mesas
detrás de un bastidor
cruzamos esa especie de linde
y nos sentamos,
desde aquí la barra era un lugar
inhóspito.
 
Observo el techo
extrañamente oscuro
y le doy un beso a mi amada
¿qué quieres tomar?
a ti, me dice
y esconde sus ojos en un suspiro.
 
Se quita el abrigo
sus pechos
pequeños como cerezas en una dulcera
emergen debajo de su cabello,
ese jersey tiene un escote
capaz de liberar
desesperadamente
toda la fugacidad del amor.
 
Me acerco a la barra
y vuelvo con dos cervezas
rebalsándose de deseo.
 
El amor,
me dices en silencio
es una luz pálida
entreabriéndose curiosamente
debajo de la mesa
y en esa secreta metáfora
tus muslos se abren
modelan
sin rubor
tus braguitas de un color
que no alcanzo a divisar.
 
Brindamos
y en ese segundo
en aquel fugaz segundo
acaricias este mundo
dulcemente jodido
y me pides vivir una vida
a tu lado sin recibir nada a cambio
sólo copular lentamente
como dos amantes
que no han podido explicar
quien desea más a quien.
 
Nos besamos después del primer trago
tú, sonríes como una muchacha
que ha soñado tras la lluvia, un mundo mejor
yo, me pregunto
cuando
puedo lamer de mordiscos
tus pechos ahora que nadie nos ve
y la gente en la calle camina
agitadamente furiosa
sin
una vida desvistiéndose en momentos dulces.
 
Después de varios besos
adorables
terminamos sin descanso nuestra cerveza
y te pido
ahora sí
acariciar tu corazón
encima de tu pecho
quiero morder, beber en tu pezón
esa lúcida ternura de este amor
cálido
como un orgasmo en mis labios
y salir después a caminar
entre las callejuelas
de una época
                       que empieza en nosotros.