Amarga y yo
después
de aquel atardecer,
anochecer
y amanecer
nos
distanciamos
no
obstante
mantenemos
contacto con cierta puntualidad
sus
audios, estruendosamente lindos
me
hacen reír.
Ha
pasado un mes de nuestro furtivo
encuentro
genital
y,
en honor a la verdad
tengo
un océano de dudas.
Marga
es una persona cabalmente irracional
y
eso hace que sienta hacia ella
una
ternura politécnica
llena
de asignaturas fraternalmente unidas
como
un manojo de versos entreabriéndose
en
una mañana de verano.
Y
es, precisamente esa entrañable virtud
que
me hace perder las ganas
de
establecer una relación amorosa,
no
puedo
es
más
no
debo estar con una persona
que
no saboree o no le guste o no sondee
o
experimente o ambicione
(se
me acaban los calificativos)
las
tres cosas que más me gustan
sexualmente
hablando.
Sé
qué
mi cerebro es un pétalo marchito
un
agridulce insomnio debajo de las estrellas
una
fugacidad compleja
es
decir
querer
solo lo material (carnal)
a
costa de renunciar quizá
a
una nueva época florida, fértil, fecunda
inteligentemente
inacabable
cubierta
de recuerdos únicos de nuestra infancia
y
eso
debería ser
la
mayor ecuanimidad
para galopar
en sus brazos
pero
no puedo
no
puedo
es
más fuerte:
injuria y lujuria.
Después
de letra por letra
y
de todo aquello tan enérgicamente risible
le
dije a Marga
que
se viniera a pasar unos días a la playa
ella,
vive ahora una época difícil
no
disfrutar de su hija más tiempo
debe
ser muy duro.
Aceptó
me
vendrá bien
pero
solo puedo estar este fin de semana,
dijo,
apenada y muy sonriente a la vez.
Desde
pequeño siempre he pensado
que
el amor es pasar varias noches en vela
y,
cuando uno va cumpliendo años
sueña
con un amor en cada atardecer
y
en esa bucólica estampa
tintinea
música
de Mozart
seguido
de un desesperado torbellino de sucesos
delicados
de gestionar
sin
embargo
eso,
no fue así en mi caso
toda
aquella etapa de amor que duró 20 años
convivió
cada instante
en
bellísimos
versos
y
desencuentros
enloquecidamente benévolos
no
tuvimos nostalgia uno del otro
nuestra
vida era: dulces arañazos
como
plantas resistentes al frío y el calor
fue
así
angustia
y bienestar
unidos
en una sola premisa.
Sin
embargo
ávidamente
todo
eso está cambiando
el
frutero en mi mesa tiene,
además
de frutas maduras
hortalizas,
hierbas
incluso
flores en forma de un dulce
crepúsculo
matutino
¿qué
más se puede pedir
cuando
uno vive solo
y
llega a la cocina?
ah
sí, ya recuerdo
una
tostadora,
en
nuestro último verano
se
rompió.
Cuando
aparezca Marga iremos a comprar una
y
dejaré que elija ella
quiero
que ese sea nuestro primer gran recuerdo
en
esta casa.
Inconscientemente
pierdo
el norte
y,
en esa pasmosa mutabilidad
experimento
vigorosas emociones
es
como el concienzudo esfuerzo
de
un hombre en el campo
cuando
el
sol alcanza su más impecable altura
él
sabe que siempre es así
empero
nunca
deja de ir
esa
es la rutina que necesito con Marga
una
realidad que nos hizo tan felices
desde
siempre
desde
aquel primer día en clase
juntos
como un pack indivisible
y
así fue durante muchos años
incluso
hubo una época
dónde
pensamos
qué,
nuestros padres
eran
marido y mujer.
Quizá
pueda ampliar en estos días
esa
visión y realice ensayos
casi
casi como mi madre
es
decir
prueba
y error
prueba
y error
sinceramente
no creo que funcione
y
no pienso solo en el tema carnal
el
caos que hay en la cabeza de Marga
es
tan fragmentariamente bullanguero
que
no sé si sería capaz de acomodar allí
todos
mis recuerdos.
¿Qué
puede ser entonces
el
amor?
¿un
tiempo apoyándose
entre
columnas
de una casa
tristemente
abandonada
o
levantar
una fortaleza
con
diques de flores
en
nuestra mirada?
El
amor es (pretendo)
besar
tus pechos
lentamente
como
el
sonido de un violonchelo
en
una tarde
donde
el
río no suena
ni
las aves trinan
solo
aquel sonido
rejuvenecido
del violín:
una
mejor esencia
inmutable
en cada beso
insalvable
en cada
gemido.
Tejer
y destejer
eso
es la poesía
y
de
la misma manera
debe
ser el amor.
Una
de las cosas que me ha sorprendido
no
sé si gratamente o disgustadamente
es
la ausencia de lágrimas
no
lloro, no he llorado
apenas
un gimoteo, un lagrimeo ínfimo
quizá
como el vaho
en
el retrovisor del coche
nada
más
tal
vez mi llanto tiene otra vía
otro
atajo
y
es curioso, después de tantísimos versos
me
acabo de dar cuenta de esta curiosidad
es
decir
el
paraíso de mi vida que es la poesía
no
tiene cabida el llanto.
Una
vez leí:
“Después
de llorar uno se siente mejor”
muchos
estudios reflejan que llorar es sano
incluso
no llorar muestra un sentimiento de culpa
la
verdad
los
conceptos tienen tantas variantes en este tema
creo
en todos ellos
sin
embargo, me pasa algo curioso,
se
me escapa una lágrima con gran facilidad
cuando
veo alguna escena en el cine.
Sobre
eso, una vez se lo dije a mi psicólogo
me
dijo que tengo un bloqueo
un
estrés prolongado en mi etapa de niñez
y
eso hace que pueda llorar sobre situaciones
que
no me afectan en lo personal,
interesante
a
lo mejor mi nueva etapa con Marga
me
ayude a desbloquear ese estrés que no veo
por
ningún lado
debe
andar ininquietable.
Cuando
llegue Marga
lo
primero que le voy a pedir
es
un orgasmo en mis labios
¡no!
nerviosamente
pido disculpas
tengo
la mente llena de tizne
soy
como un felino
cuando
desde
el primer día de vida
ya
tiene todos los sentidos desarrollados.
Debo
agitar
como
las alas de un halcón a gran velocidad
todo
ese tumultuoso erotismo
y
sacudir esa época reciente
repleta
de una lujuria adorable
ya
que
esos
últimos meses han sido
una
perfecta y compleja inconciencia
cuya
luz enloquecía en la oscuridad
y
esa verdad tan hermosa
como
un
paraíso de felicidad
ocurría
de una forma inamable.
Es
así el poder de la conciencia
donde
tu
mayor fracaso es vivir
de
citas esporádicas, ocasionales,
fortuitas
pero
he
sabido trenzar un equilibrio
en
cada desequilibrio
cuando
el corazón se enternece
o
se ablanda
y
empieza a sentir cariño, apego
o,
esa ternura que a veces me resulta
una
traición
una
ingratitud
hasta
una indignidad.
Decía
Julio César que amaba la traición
pero
odiaba al traidor
en
ese punto me encuentro
quiero
amar a Marga
sin
perder la infidelidad.
En
fin
abro
una lata de cerveza
y
lleno una copa hasta vaciar
la
última gota
es
lindo contemplar
los
matices burbujeantes,
la
belleza también es
aquello
que no podemos ver
si
pudiera plagiar eso que me hizo
tan
feliz
sería
una espiritual alegoría
a
esa vida plena y exigua a la vez.
Tengo
tantas ideas
todas
sabiamente insostenibles
qué
estaría
bien loco si se las proyecto a Marga
es
más
ella
cree en Dios
y
una persona que cree en Dios
es
muy peligrosa
dicho
en el buen y subjetivo sentido
de
la frase.
Mañana
llega Marga
y
quizá lo mejor es
vivir
de nuestros recuerdos
esa
puede ser una buena idea
cohabitar
una vida desde el génesis
de
nuestros recuerdos en común.
Se
imaginan hallarse
en
una época donde todo ocurrió
y
que nada puede seguir ocurriendo
solo
aquello que vivimos en el pasado
es
decir
acariciar
dulcemente
eso
que nos hizo enloquecer desde muy niños
y
repetir cada momento
como
un espiral interminable
de
versos desesperadamente
incontrovertibles.
Sería
alcanzar un lenguaje nuevo
tan
profundo como la niebla
en
lo alto de un acantilado
y
paralizar ese tiempo
en
un lentísimo abrazo arrumado en silencio.
La
poesía es copular
junto
a las ideas
un
mundo mejor
lleno
del placer inmoral
que
nos otorga la sociedad
por
eso es mejor
guardar
todo discurso a posteriori
y
quedarse con lo que ya sabemos
un
orgasmo, por ejemplo
siempre
tendrá
una
realidad única y honesta.
Las
horas cada vez
se
hacen más lentas
empiezo
a perder ligeramente
la
cordura
debería
abrir un buen libro
junto
a buena sonata
por
ejemplo, la número 2, op. 35 de Chopin
la
marcha fúnebre
me
resulta una pieza llena de vida
si
bien, la mayoría piensa lo contrario.
Idear
un escenario
muy
distinto al que tengo en mi cabeza
es
lo primordial
antes
que llegue Marga
no
puedo formar un imperio
sexual
y
respirar así tan alegremente
como
un caramelo de eucalipto
en
un paciente acatarrado.
Si
pretendo sostener una relación estable
con
Marga
debo
hacer primero
una
reflexión seria
después,
una
lista muy profesional
de
los pros y los contras
además,
necesito ser pedagógico
y
no tener miedo a la rebelión
que
eso pueda causar
dentro
de mi conciencia
es
decir
Marga
es capaz de cristianizar
mis
ideales indistintamente
de
amor o amistad.
El
amor en mi cabeza funciona
como
una ideología esotérica
y
cuyo atuendo más personal
es
la peculiar obsesión del morbo
en
un ámbito cada vez más público
y
esa modernidad es un torrente
desde
que empieza el día.
Soy
una pacifica volubilidad
y
esto, sin duda
muy
pocas personas lo entienden
pero
es
tozudamente así.
Ojalá
pueda albergar
algún
día
un
síntoma nuevo de amor
y
mi corazón pierda esa cualidad viscosa
y
hondamente estable desde hace un año
y
no es que adolezca de una especie de malestar
simple
y llanamente
debo
condicionar mi nueva vida
a
una identidad dual
he
perdido veinte años de existencia
junto
a una persona que me obligó
(relativamente)
a
vivir en una permanente emboscada
y
ahora
en
este último año
he
sido un hombre distinto
estigmatizado
por aquello que hizo
volar
por los aires sin estallido alguno
todas
mis vivencias.
La
vida es una prueba inequívoca
del
poco tiempo que tenemos
es
una tormenta sin agua
un
maquillaje en la niebla
una
prioridad en la inferioridad
un
fantasma con los cinco sentidos
una
página en blanco sin espacios en blanco
una
catedral llena de luces de neón
un
ataúd sin el llanto de una flor marchita
una
guitarra aferrándose a su belleza
un
invierno soleado como un salvaje hastío de bienestar,
todo
eso y más es la vida de quien ha envejecido
a
pesar de la lluvia
a
pesar del hallazgo
de un dulce
recuerdo.
Entonces
si
la memoria no me falla
mañana
le voy a declarar mi amor a Marga
será
de noche
en
la cena
ojalá
llueva
la
lluvia es como Vivaldi en la inspiración
que
nervios
¿y
si no viene?
¿y
si pierde el vuelo?
me
encanta esta incertidumbre
es
pasión, es belleza
es,
irrebatiblemente
amor.
JML